He ido evitando aquellas cruces de fuego,
en este lento andar cuando mis pasos,
quisieron escapar de la emboscada
y aunque no siempre resultó posible
pudimos traspasar el viejo muro,
allí donde solía descansar la esperanza.
Muro donde también cantaba triste la calandria
con su plumaje ya descolorido,
tan diferente a la que cuando niña
veía ir de flor en flor hipnotizada.
Pero el tiempo es así de inevitable;
quedarán las cruces y en sus fuegos
arderán fieramente los recuerdos
sepultando posibles emboscadas.
Y en el muro solitario es muy probable
Vuelva a posarse la calandria con su canto
con su plumaje nuevo y colorido
y habré de recordar que cuando niña
tenía un bagaje lleno de esperanzas.
Lilian E. De Marco
2 Octubre 2011
en este lento andar cuando mis pasos,
quisieron escapar de la emboscada
y aunque no siempre resultó posible
pudimos traspasar el viejo muro,
allí donde solía descansar la esperanza.
Muro donde también cantaba triste la calandria
con su plumaje ya descolorido,
tan diferente a la que cuando niña
veía ir de flor en flor hipnotizada.
Pero el tiempo es así de inevitable;
quedarán las cruces y en sus fuegos
arderán fieramente los recuerdos
sepultando posibles emboscadas.
Y en el muro solitario es muy probable
Vuelva a posarse la calandria con su canto
con su plumaje nuevo y colorido
y habré de recordar que cuando niña
tenía un bagaje lleno de esperanzas.
Lilian E. De Marco
2 Octubre 2011
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